viernes, 14 de agosto de 2009

El Sr. de las Llamadas


"I'm bringin' sexy back Them other boys they don't know how to act..." sonaba en el celular a partir de uno de los meses de verano. Esa era la señal dispuesta para saber que no era cualquier llamado, sino 'ese llamado'. El juego era simple. Contestar y aceptar las reglas. Asi de simple... Asi de simple?
Un lugar lleno de gente 'mayor de 25'. La causa al parecer estaba perdida. Hubo un reencuentro/ no reencuentro porque se necesitan dos y uno se nego a reconocerlo. Cansada por ser dia laboral, fue mejor dejar el lugar. Pero habia que hacer bulla, imposible que todo terminara 'asi no mas'. Llegue al depto/ ambiente. Tome mi BB. Mande el mensaje, ya no habia nada que perder. "Roto... te pasaste... no saludaste". Simples palabras que en solo segundos acusaron recibo. El encuentro estaba pactado. La venganza: dormir cual niña buena... mientras el Sr. de las Llamadas ansioso esperaba llegar para el encuentro. No hubo encuentro!
Tras eso... y hasta los primeros meses de invierno, el juego fue vernos a la misma hora en que se habia pactado el primer encuentro. La 'autorden' era NO involucrarse por nada del mundo. La situacion fue controlada hasta que se pudo. Solo basto un "me gustas pero nunca se lo que piensas" para que la torre de cartas estrategicamente creada, de un soplido volara. Tras semanas pensando como hacer para que los encuentros tomaran mejor rumbo, a varios cientos de kilometros de la ciudad de ambos, se produjo ese llamado de DOS horas. "No quiero mas llamados ni verte a la hora del primer encuentro". El mensaje era claro. Al parecer todo cambiaria. Se me habia olvidado algo basico. Las cosas que no parten bien, nunca terminan bien. Los ultimos llamados fueron la motivacion para tomar una decision. ABANDONAR EL JUEGO... Costo. Si. Costo. Pero solo fue necesario un conjunto de palabras ("Eso me pasa por involucrarme con las amigas de mis amigas") para definitivamente retirarme de la contienda. Los llamados siguen a la misma hora del primer pseudo encuentro. La diferencia?. Ya no hay recibo de llamada. Los sentimientos?. Llore un rato. Aun duele la desilucion. Ahora es mas fuerte la dignidad. Y todo por culpa del señor Justin Timberlake.

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