domingo, 8 de abril de 2012

Corazón Bloqueado...

Después de dos meses... y fue ese sábado en la noche el que lo cambió todo. La decisión si bien provocó dudas, el tiempo apaciguó la pena que significó el "no más". Pero fue esa noche... la que nuevamente hizo que los pelos de mis brazos tomaran vida otra vez. Era de madrugada y el celular sonó. El sonido fue le mismo de siempre. No, no era el mismo de siempre. Escuchar esa voz que hace que mi corazón lata a mil por horas, estaba detrás de ese teléfono que a veces quiero tirar muy lejos. Al principio pensé que era una broma... una mala y cruel broma. Los llamados siguieron. Al parecer era la valentía de una llamada que esperé por dos meses. Conversemos?. Conversemos!. Corrí... con dudas pero corrí a tu encuentro. La ansiedad, los gritos, las ganas locas de abrazarnos, la negación a besarnos... y por sobretodo, la inmensa necesidad de gritarnos unas cuentas verdades. Esa noche todo terminó mal. Después de un no y de enfrentarme a ese primer piso, renació la necesidad incontrolable de no dejarte ir. No, no quería dejarte ir!. Por esa noche fue tarde. El sueño posterior fue el más triste de mucho tiempo. Ya era tarde para dar pie atrás. El sueño abrazó mis ganas de llorar. Un poco más de tres horas después, la voz detrás del teléfono denotaban desesperación. Fui nuevamente a tu encuentro. Te vi. Nos vimos. Nos abrazamos. Desatamos nuestros sentimientos como si tuviéramos 15. Abrazados, respirando una vez más uno al lado del otro. El acuerdo fue hacerlo bien. ¿Podemos hacerlo bien esta vez?. Siete días después -tiempo, maldito tiempo- la historia fue una vez más la misma. Nos queremos. Nos extrañamos. Hasta nos necesitamos. No estamos preparados ni destinados a una vez más dañarnos a tal punto de no decir lo que sentimos. Hoy... noche de domingo, me duele el corazón porque me obligaste una vez más a echarte de mi lado. Alguien tiene que ser el cuerdo en esta historia. Ya no habrán más llamada, ni mensaje de textos... ni nada que pueda provocar que nos digamos la verdad en la cara y menos que haga que dudemos de nuestra intención de felicidad. Dudamos pero no mentimos. He decidido bloquear el corazón. Bloquearte mi corazón. Cerrarle la puerta a que tu corazón una vez más se ponga al lado del mío. El #SrCobain provoca lo que nunca pensé que alguien me haría sentir. Te quiero. Te extraño. Te necesito. No quiero que sufras ni estés mal. Tampoco quiero eso para mí... por eso te echo y te digo no... una vez más me obligas a ser un corazón bloqueado...

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